septiembre 18, 2009

La función de un buen entrenador deportivo








ABRIENDOLATAS


IMPORTANCIA PSICOLÓGICA DE SU INTERVENCIÓN


1) Qué función tiene que cumplir un entrenador para que el equipo funcione?

2) Cómo deben ser sus intervenciones?

3) Qué deberá pensar y hacer para llevar a su equipo a la victoria?


Un entrenador deportivo debe poder cumplir las funciones de un buen padre.

Un buen entrenador deberá poder intervenir de tal modo de poder generar la expansión y el despliegue de las habilidades de los jugadores de su equipo, cuidando y respetando la cohesión grupal. Deberá poder garantizar un lugar a cada jugador y servir de sostén de cada uno de ellos.
Deberá ser muy cuidadoso de las reglas.

Deberá tener muy presente qué es aquello que se puede y aquello que no se puede hacer dentro de la cancha. Deberá poder estimular el juego limpio, los valiosos esfuerzos y limitar las transgresiones.

Un buen entrenador deportivo deberá evitar expresarse a través de conductas insolentes, incontrolables e irreflexivas, ya que este comportamiento, pateará en su contra y en contra de su equipo.
En el caso de que el entrenador sea un entrenador de un seleccionado que representa a su propio país, estos posibles comportamientos no lo convertirán en un buen representante de su país y contribuirá, con este tipo de conductas, a degradar el espíritu de la Nación a la cual representa.

Un buen entrenador deportivo deberá tener tolerancia, aguante y sostener lo que parece insostenible. Deberá poder y saber esperar, poder y saber entender.
No deberá ignorar las historias personales de los jugadores.
Qué pasó antes, -en la historia de cada uno de los jugadores-, para poder entender qué es lo que está pasando hoy y prever qué podrá pasar después.
Para eso, se requiere un entrenador lúcido y coherente, que pueda anticipar y anticiparse a todas estas cuestiones, con el propósito de moverse con solidez, agilidad y eficacia, cuando las situaciones grupales así lo requieran.

Un buen entrenador deportivo no deberá competir con jugadores más jóvenes y más ágiles que él. Al contrario, deberá admirarlos y alentarlos.
Deberá conocer las características de mayor fortaleza de los deportistas y trabajar con ellas, sin desconocer las debilidades. Un entrenador que trabaje de un modo permanente en el cuidado de todos estos aspectos, llevará a su equipo a la victoria y el país al que representa se sentirá orgulloso de él.

En cambio, un entrenador narcisista, ególatra y envidioso, frustrante y sádico, sediento de miradas y de reconocimiento, –más hijo que padre-, será un agente patógeno para el equipo. Tanta acumulación de carencias, no propiciará, ni la expansión, ni la victoria de su equipo. Las dificultades psíquicas del entrenador deportivo no darán lugar al otro. Sólo pensará en él y será incapaz de tolerar la incertidumbre y la frustración. De este modo, en lugar de revisar sus problemas y buscar la ayuda de un profesional, el entrenador sancionará a los jugadores, los frenará en el juego y los inhibirá. No los alentará. Los jugadores, en consecuencia, jugarán mal, cada vez peor. No se conquistarán los resultados deseados.

La intervención de un psicólogo permite resolver estas dificultades. Permite, además, conquistar los objetivos y llegar a la victoria anhelada.