Aquellos que padecen alguna perturbación psíquica, sólo podrán curarse si lo desean.
No hay forma, ni ayuda posible, si ellos no lo desean.
Si una persona se queja ante usted y dice estar sufriendo, usted seguramente tendrá la mejor intención, querrá ayudarla y muy posiblemente le recomiende psicoanálisis. Ahora bien, es indispensable que usted sepa, que si la persona en cuestión, no desea esa cura, ninguna curación será posible.
No se frustre si tiene cerca suyo a una persona con estas características. Tiene que nacer del enfermo la necesidad de estar bien.
Si no está presente ese deseo en él, nada será posible. Usted puede tener todo el deseo del mundo y desear el bienestar para esa persona, pero su deseo no reemplaza ni sustituye el deseo faltante en los otros.
No olvide que las personas que se lamentan de los síntomas que padecen y no están dispuestas a hacer algo al respecto, no son víctimas. Estas personas son victimarias por los beneficios que obtienen. De estas personas conviene que usted se aleje.
Siempre producirán efectos tóxicos y nocivos en usted.
Usted debe cuidarse. No permita que lo contaminen.
Su salud psíquica es lo más importante. Nunca lo olvide.
