agosto 06, 2009

La lógica del entretenimiento

El juego es un recreo.
El juego es un pasatiempo.
Cuando el juego, en el adulto, es excesivo y cuando el trabajo queda sustituido por el abuso de la actividad lúdica, las prácticas responsables se eluden. Las cosas empeoran, si el juego tiene por finalidad ganar dinero, como sucede en los juegos de azar, donde lo que subyace, es la fuerte ilusión de obtener rápidas ganancias, sin hacer esfuerzos.

La creencia en el acto mágico y en la buena suerte, guía a estas personas al casino, a la lotería, al bingo, etc.

El jugador, inconsciente de siempre avanzar un paso más en su irresponsabilidad, desconoce lugares y funciones. Prefiere apostar en lugar de pensar, que le hagan en lugar de hacer y que el azar o el mercado, decidan por él. Deja todo librado a la suerte y al azar. También a la fatalidad.
No se contiene. Tampoco puede limitar su compulsivo accionar.
El desenfreno y la insistencia en jugar, constituyen su rasgo primordial.

La cultura del juego y del entretenimiento se ha expandido notablemente. Los niños ocupan varias horas del día entretenidos en distintos juegos. Cuando llegan a adultos, cambian el play station por la ruleta, el pocker, la bolsa de valores y el juego financiero.

Podemos generar algo diferente?
Si. Podemos construir, podemos crear, podemos mejorar la calidad de vida, en la medida que las personas puedan pensar en lugar de distraerse.

El psicoanálisis puede hacer algo. Puede concientizar y ayudar a las personas a comprometerse con sus vidas. Puede contribuir a que las personas no pierdan su vida en la suposición de que es posible ganar y ganarse la vida sin esfuerzo alguno.

El juego es un pasatiempo, pero cuando por jugar, lo que rige es poner en juego la vida, el juego se convierte entonces, en una trampa peligrosa y letal.