Las personas consultan al psicoanalista por diferentes motivos. Generalmente esto ocurre cuando hay una dolencia o un malestar muy marcado, por ejemplo: preocupación, malhumor, desinterés, trastornos del sueño, debilidad, apatía, tristeza, depresión, ansiedad, impulsividad, miedos, pánico. También hay otros motivos que harían conveniente una consulta al psicoanalista, como es el caso de las afecciones epidérmicas: sarpullido, edemas, urticarias. La picazón de la piel y la aparición de manchas, son afecciones que están fuertemente vinculadas a emociones profundas.
La tos nerviosa, habitualmente hace consultar a un psicoanalista. La gastritis, también. Un psicoanalista, además es consultado en el caso de enfermedades crónicas, luego de que el paciente realizara varias visitas a otros especialistas de la salud, no habiendo éste, conseguido ningún resultado favorable, que alivie o ponga fin a su dolor.
Muchas personas, consultan también por otros problemas, que afectan su área social, académica o laboral, como por ejemplo, dificultad en vincularse con otras personas, mal desempeño en el estudio, falta de entusiasmo, tensiones y presiones en el trabajo, problemas con los compañeros de trabajo y con los jefes.
También consultan, aquellas personas que no se entienden con el amor, se llevan mal con su pareja, y no saben de qué modo establecer un vínculo amoroso más pleno y perdurable en el tiempo.
Las personas estarían mucho más saludables y mejorarían su calidad de vida si se psicoanalizaran. La profunda comprensión del psicoanalista frente a todos estos temas, asegura a las personas un próspero porvenir.
Es un prejuicio, y al mismo tiempo, un grave error, suponer que sólo se acude a un psicoanalista, cuando se está "loco".
La tos nerviosa, habitualmente hace consultar a un psicoanalista. La gastritis, también. Un psicoanalista, además es consultado en el caso de enfermedades crónicas, luego de que el paciente realizara varias visitas a otros especialistas de la salud, no habiendo éste, conseguido ningún resultado favorable, que alivie o ponga fin a su dolor.
Muchas personas, consultan también por otros problemas, que afectan su área social, académica o laboral, como por ejemplo, dificultad en vincularse con otras personas, mal desempeño en el estudio, falta de entusiasmo, tensiones y presiones en el trabajo, problemas con los compañeros de trabajo y con los jefes.
También consultan, aquellas personas que no se entienden con el amor, se llevan mal con su pareja, y no saben de qué modo establecer un vínculo amoroso más pleno y perdurable en el tiempo.
Las personas estarían mucho más saludables y mejorarían su calidad de vida si se psicoanalizaran. La profunda comprensión del psicoanalista frente a todos estos temas, asegura a las personas un próspero porvenir.
Es un prejuicio, y al mismo tiempo, un grave error, suponer que sólo se acude a un psicoanalista, cuando se está "loco".
