La queja es una mezcla de gemido y descontento, de disgusto y lamento, de quejido y demanda. La verdad es que la queja es un sentimiento espantoso que no sólo lo molesta a usted sino que fastidia enormemente a su pareja, daña a su familia y es seguro que estropeará las buenas relaciones con las personas de su entorno.
Si usted pretende ser querido, valorado y respetado; si usted busca ir a la conquista de una obra original y creativa, si usted pretende hacer algo operativo y eficiente, entonces será imprescindible salir de la queja.
La queja lo aleja a usted de los más positivo que usted tiene y tiene el agravante que lo apartará definitivamente de sus seres queridos. Nadie querrá soportar su queja. Además, es saludable que usted sepa, que tampoco usted tiene que soportarla.
