febrero 20, 2010

El desvío de Tiger Woods

Laura María Ventura


El desvío de este extraordinario deportista no han sido sus infidelidades. La infidelidad es inherente al ser humano. El desvío de Tiger Woods, es suponer que tiene que pedir disculpas "en público", por cuestiones inherentes a su vida privada. Que Tiger Woods, sea un deportista público, no lo obliga a hacer pública su vida privada. Confundir el ámbito público y el privado, es un total disparate. Un serio error. Un peligro mayúsculo. Abre las puertas a lo peor.

Tiger Woods es un excelente deportista, y sus infidelidades, en nada decepcionan a sus seguidores. Tampoco sus infidelidades lo convierten, en un mejor o en un peor deportista. Tal vez, la culpa y la decepción, que su comportamiento personal le genere a él, lo lleven a dañarse por eso. De ocurrir de este modo, sería conveniente que Tiger Woods se entrevistara con un psicoanalista y hablara, en la intimidad del consultorio, de sus cuestiones privadas, para evitar ventilar su intimidad en público, y para no poner en riesgo, ni su destreza, ni su habilidad deportiva.
Laura María Ventura