julio 23, 2009

Precaución. Consumo tóxico

El adicto a sustancias tóxicas, es un peligro para él mismo, y por su inconsciencia, pone en peligro a los demás. El verdadero problema no es la droga en sí misma.

La droga, como sustancia tóxica, no es la causa de la
adicción. Por este motivo, el verdadero problema se sitúa en torno a quién es el que consume sustancias tóxicas y por qué las consume.

La droga como una mercancía posible, se ofrece en el mercado como cualquier otro objeto. Si bien no está en las góndolas de los supermercados, como el veneno para insectos, no deja de ser un veneno que alguien ofrece con el aval del mercado y con la complicidad de quien la consume.

Si nos preguntamos cómo llega el arma letal a manos de un adicto, veremos que hay un entrecruzamiento de cuestiones. Por un lado, el adicto, con su proyecto enajenante de destrucción, va hacia esa búsqueda.
Por otro lado, el oportunismo de aquellos que buscan hacer oscuros negocios, acercan la droga al enfermo.

La única manera que un adicto tiene de no caer a merced de las drogas, es con un tratamiento psicoanalítico preciso y adecuado, que atienda su naturaleza destructiva.
Las intervenciones del analista alejaran al enfermo de la muerte y lo acercarán a la vida. Sólo así, se atenuarán en el adicto, los efectos nocivos de su anhelo destructivo.