abril 13, 2011

Cuando los jóvenes toman las escuelas


Detrás de los jóvenes que toman escuelas está la impotencia de sus padres. Los padres de estos jóvenes -y por padres me refiero a los padres y a las madres-; al desconocer su función paterna, ignorarla o minimizarla; al no “tomarse” como padres, no “toman” a sus hijos y -de este modo- conducen a sus hijos a un lugar de impotencia y desarraigo, obligando a sus hijos a acusar a las instituciones de las mismas cuestiones que sus padres -por su patología- padecen o les resulta imposible cumplir. Estos jóvenes, cuando acusan a las instituciones, o a los gobiernos de turno, están acusando a sus padres -de un modo inconsciente- y respondiendo al mecanismo defensivo del desplazamiento; que significa situar el conflicto en un lugar, lejano y distinto, de aquel lugar que le dio origen.