
Los pacientes no mejoran por esto. Al contrario. Se confunden. Se inhiben.
No se sienten captados.
La mascarada docta del psicoanalista, se aleja de una práctica clínica adecuada.
En todos los casos, el psicoanalista cuando más vital se presente, cuando más sencillo se exprese, mejores resultados obtendrá. Logrará la inmediata empatía del paciente, su confianza y colaboración.
Si Usted ha decidido psicoanalizarse, no caiga en profesionales novatos e inexpertos. Averigue. Búsquese uno con formación, experiencia, amante de la vida y de su profesión. No olvide que su vida es lo más importante y que el tiempo que usted pierde, no lo recupera.