
Este intento es fallido.
También cobarde. Enfermar, en todos los casos, representa una alternativa ineficaz.
Es un recurso inútil y psíquicamente muy costoso. Sofoca al sujeto y a las personas de su entorno. La presencia del síntoma, impide a las personas operar satisfactoria y saludablemente con sus propias vidas. Genera efectos nocivos para unos y otros.
El Psicoanálisis, en tanto disciplina científica, opera con la inoperancia del sujeto. Representa una verdadera alternativa de cambio. Propone genuina enseñanza.
El Psicoanálisis es portador de un conocimiento y de una técnica incomparable.
Contribuye así, de un modo fecundo, para que las personas sean capaces de tomar en serio sus vidas, y poder entonces, modificar aquello que a veces no pueden, y otras tantas, no quieren modificar.
La autoestima, la vitalidad, la expresión artística y la salud, sólo serán restituidos de forma permanente, a través del Psicoanálisis.